lunes, 31 de diciembre de 2007

XVI

El despertador acababa de sonar.



Sonó tantas veces que estuvo a punto de caerse del buro, Jay tuvo que levantarse a Apagar el artefacto. su aspecto no era el mejor que habia tenido, pero se daba cuenta de algo importante. se encontraba muy de malas.


Esa observacion lo desconcerto bastante, pero por muy raro que parezca, hizo que se alegrara por ello. rapidamente se incorporo y comenzo a analizar su ardededor. los colores ya no eran brillantes, no escuchaba violines , las polillas que habian llegado sin avisar a su abdomen (mera metafora claro) se fueron por donde habian llegado, el caso es que el mundo habia vuelto a ser el mismo monton de mierda que era siempre. y eso le encantaba.


Se dio un baño de agua fria, se afeito rapidamente (cortandose en el trayecto), se vistio casual y se subio a su moto. sabia que tenia que ir a buscarla, llevaba mucho tiempo que no la veia, pero siempre tenia las respuestas, SIEMPRE. el trayecto a su casa se le hizo mas corto que de costumbre y se sorprendio que se lo sabia de memoria como el primer dia que fue.

llego y toco la puerta, mientras esperaba podia oir en aquella vecindad los ladridos ahora asperos de Roncho, empezo a recordar todo lo que habia pasado con ella, sabia que se tendria que arrastrar (otra metafora) pero esta vez valdria la pena, comparado con lo que le pasaba cualquier suplicio le parecia poco y el Ego sinceramente le estorbaba. asi espero los eternos minutos hasta que salio una niña pequeña.

-Hola! pequeña
-...
-mmm, tenemos un publico dificil. estara por ahi katty??
-Quien?
-si katty!
entonces la niña se puso algo palida, pero se conservo impalida.
-si busca a mi tia katrina, ella ya no esta.
-mmm entonces a donde fue
la niña miro al cielo, entonces Kay comenzo a ver nublado y su aliento ceso.
-tu eres frida, verdad?
-... si
-Dios como has crecido!!
-quien es usted
-bueno eso depende de quien pregunte
-...
-cielos mira la hora tengo que irme.
entonces kay tomo su casco y fue hacia su moto

la verdad era muy horrible y tanto no queria oir su historia como ella no necesitaba oir la suya.

cuando se subio a su moto se dio cuenta que ahora mas que nunca se encontraba solo.


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